Hace unos meses se regulo la normativa del uso del cigarrillo electrónico en España, el Senado rechazó todas las enmiendas que se habían presentado contra la Ley para la Defensa de los Consumidores y por tanto ha entrado en vigor desde el momento en que ha salido publicada en el Boletín Oficial del Estado. Todo aquel que incumpla la normativa impuesta puede ser sancionado con una multa que va desde los 600€ hasta los 10.000€.

El Gobierno en el BOE, declara que los cigarrillos electrónicos han quedado sometidos a las mismas previsiones establecidas para consumo del tabaco, toda aquella infracción relacionada con el hecho de vapear, tendrá idéntica multa a las relacionadas con los cigarrillos convencionales.

En el 2013 el consumo por este producto se extendió considerablemente. Ante el aumento de usuarios y de tiendas del sector se dispararon las alarmas sobre si se trata o no de un producto perjudicial para la salud. No hay ningún estudio que demuestre que esto sea cierto pero al contener nicotina se decidió enviar una circular a centros de salud, colegios y residencias con la recomendación de que no se permitiera el uso de estos dispositivos mientras se decidía desde el Gobierno central qué decisión se tomaba al respecto.

El pasado febrero, el Congreso aprobó la Ley del Consumidor, y por fin se conocieron los lugares en los que no está permitido vapear y las consecuencias económicas que conllevan. En una dirección muy similar a la emprendida por al recomendación de la Consejería de Sanidad, se ha decidido que el cigarrillo electrónico no pueda ser utilizado «en dependencias de la Administración pública, en establecimientos sanitarios, en centros educativos, salvo en los espacios al aire libre de los centros universitarios y de los exclusivamente dedicados a la formación de adultos, en medios de transporte público, incluidos los aviones de compañías españolas, y en los parques infantiles o zonas de juego para la infancia».

Respecto a las sanciones, la ley del Tabaco tiene diferentes niveles de infracciones, del mismo modo que ahora afectará a los vapeadores. Los lugares donde está prohibida la ultilización de estos dispositivos deben disponer de un cartel que lo advierta.