El fumar es perjudicial para la memoria, el razonamiento y el aprendizaje. Además, eleva el riesgo de sufrir demencia senil con el transcurso de los años, eleva la presión arterial y afecta al cerebro.

¿Qué dice la ciencia sobre este asunto?

Ya sabiendo todos los problemas que el tabaco ocasiona, tales como problemas respiratorios y cardíacos, la ciencia concreta ahora que la toxicidad del cigarrillo convencional va mucho más allá de afectar los pulmones, debido que alcanza a todo el organismo y por ende, al cerebro. Un estudio realizado en Inglaterra, explica de una manera muy gráfica que el tabaco pudre por así decirlo, al cerebro; quedando de esa manera esclarecido que aquel fumador que toque un cigallo común sabe que repercute en su estilo de vida dañando el cuerpo y la mente.

En Londres se ha llevado a cabo otra investigación en donde se afirma que deteriora todas las funciones de aprendizaje, memoria y razonamiento; y destaca además de que las probabilidades de sufrir un ataque al corazón y un derrame cerebral son muchísimas, puesto que se asocia con el deterioro cognitivo.

No obstante, el sobrepeso y la presión arterial también pueden afectar al cerebro, pero lo hacen en una menor medida.

¿Qué otras cosas se ha descubierto?

Uno de los investigadores del King College, denominado Alex Dregen, asegura que si bien el deterioro cognitivo aparece con el transcurso de los años, se han identificado varios factores de riesgo, los cuales se asociarían con el deterioro acelerado cognitivo que podría ser modificable. Con esto se quiere decir, que las enfermedades se pueden evitar y para ello, es imprescindible que se abandone el tabaco, dado que esto ocasiona varios problemas de demencia, pudiendo llevar al fumador a sufrir de Alzheimer. Estos investigadores recomiendan que lo mejor es cuidar la salud en todo sentido desde la mediana edad.