Continuos estudios a favor del cigarrillo electrónico

El (vaporizador personal, , sistema electrónico de administración de nicotina) se inventó en el año 2003. Un farmacéutico y fumador, Lik Hon, creó este sistema de cigarrillos sin humo a consecuencia de la muerte de su padre debido a un cáncer de pulmón.

Los e-cigarrillos () no son tan conocidos como el cigarrillo de tabaco tradicional, sin embargo, sorprende que en menos de una década, los cigarrillos electrónicos han sido aceptados por multitud de fumadores y de no fumadores.

Las búsquedas de Google para “cigarrillos electrónicos” han aumentado en los dos últimos años un 5000 por ciento según el artículo de Yamin, Bitton y Bates: “E-cigarrillos: un fenómeno de Internet en rápido crecimiento”.

Muchos fumadores de tabaco tradicional han cambiado al cigarrillo electrónico porque no emite humo, no provoca efectos nocivos en la salud y permite ir bajando el nivel de nicotina diario.

Gracias al crecimiento de la popularidad del cigarrillo electrónico se siguen realizando numerosas investigaciones por los propios fabricantes de los e-cigarrillos. Dichos estudios se fundamentan en comprobar la efectividad del cigarrillo electrónico para poder presentar conclusiones confirmadas a todos aquellos grupos anti-tabaco que se oponen al uso de estos.

La Universidad de Boston realizó un estudio científico para examinar la eficacia y la seguridad del e-cigarrillo. Se llevaron a cabo 16 investigaciones en laboratorios para identificar los componentes del e-cigarrillo incluyendo la solución del e-líquido y el efecto del vapor en los usuarios. El resultado fue publicado en el Diario de la política de la Salud Pública.

Este estudio indica que los cigarrillos electrónicos son mucho más seguros que los de tabaco tradicional. El autor de la investigación escribió: “Muy pocos productos químicos detectados plantean algún problema para la salud en los cigarrillos electrónicos. Aunque la investigación actual no garantiza la conclusión de que los cigarrillos electrónicos son seguros cien por cien y es necesario realizar otros estudios clínicos para evaluar la seguridad total de los e-cigarrillos, la evidencia muestra que son mucho más seguros que los cigarrillos tradicionales, ya que estos son altamente tóxicos”.

En la Revista BMC Public Health un artículo concluyó que los cigarrillos electrónicos pueden ayudar a los fumadores a dejar de depender de su adicción a fumar. Este informe se ha realizado por 40 investigadores italianos. En un ensayo clínico se estudiaron a 40 personas a las que se les proporcionó el cigarrillo electrónico. A los participantes se les dio total libertad para que usaran como quisieran el e-cigarrillo. A estas personas se les hizo un seguimiento clínico durante seis meses. Durante este tiempo, el estudió confirmó que: el 45% de los participantes disminuyeron su hábito de fumar; el 32'5% redujo su hábito de fumar a la mitad y el 22'5% dejó de fumar totalmente.

Todas estas investigaciones merecen el reconocimiento público por el gran esfuerzo realizado con el objetivo de demostrar, a todos los grupos que se oponen, que el cigarrillo electrónico es totalmente eficaz y seguro para abandonar el hábito de fumar.

Desirée R.A.