Los cigarrillos electrónicos se han convertido en la alternativa ideal para dejar de fumar o hacerlo con menos asiduidad. Estos artilugios, también conocidos como e_cigarettes, son muy parecidos a los cigarrillos normales en apariencia, y que producen un vapor que puede ser inhalado y que simula el humo que desprende el tabaco. La mayor ventaja de este producto es que no contiene las toxinas dañinas del tabaco convencional, el alquitrán y las más de cuatro mil sustancias cancerígenas que se encuentran en el humo de los cigarrillos. Los electrónicos se cargan con líquido basada principalmente en la glicerina vegetal de diferente sabores (fresa, coco, vainilla, chocolate, mentol), y si se desea, una pequeña proporción de nicotina para aquellos que están dejando de fumar paulatinamente. El vapor se produce a través de un atomizador, que se recarga con los líquidos anteriormente mencionados.
Para llevar los cigarrillos electrónicos lo ideal es guardarlos en pitilleras adecuadas para ello, que se venden en los mismos establecimientos online que los e_cigarrillos. En esta caja encontramos además baterías (para recargar el cigarrillo), un atomizador y varios cartuchos de líquido de repuesto. Se ajustan perfectamente al bolsillo o bolsos de mano, son muy discretas y tienen un diseño elegante. Lo más importante es que protege todo lo que tiene en su interior, tanto baterías como atomizadores y recambios. Es importante utilizar estas pitilleras para el almacenamiento adecuado de estos artículos, ya que los atomizadores contienen micro-circuitos electrónicos y micro-procesadores, por eso se aconseja no almacenar los cigarrillos electrónicos con objetos metálicos o magnetizados para no interferir en su perfecto funcionamiento, así como guardarlos junto a dispositivos electrónicos de transmisión como llaves y mandos de infrarrojos y teléfonos móviles.
El material utilizado para estas pitilleras suele ser plástico, aunque también se pueden encontrar en metal, normalmente plateadas y realizadas en acero inoxidable. Pueden contener hasta diez cigarrillos electrónicos, o bien cuatro y sus correspondientes recargas. Asimismo, entre estas últimas podemos encontrar las variantes que son individuales, es decir, para guardar un sólo cigarrillo electrónico. Es muy aconsejable el uso de estas pitilleras cuando se sale a algún lugar específico o alguna reunión, por higiene y comodidad, ya que su fondo es acolchado para que el cigarrillo no sufra ningún percance. Así, podemos llevar encima nuestro vaporizador siempre protegido, con las mayores garantías y a precios muy razonables, ya que suelen costar menos de diez euros.
La realidad es que el mercado del cigarrillo electrónico ha crecido mucho en los últimos años, tanto por las campañas anti-tabaco que las autoridades han puesto en marcha, como por la continua subida de los precios, y por añadidura, los complementos a estos cigarrillos como las pitilleras también han aumentado sus ventas. Cada vez se innova más en sus diseños, y recientemente han salido al mercado unas lujosas pitilleras de piel, ideales como regalo para nuestros seres queridos y que además supondrán una mejora para su salud (recordemos que los cigarrillos electrónicos no contienen nicotina ni agentes cancerígenos) y la de los que le rodean. Además, las pitilleras para cigarrillos tradicionales no sirven para los electrónicos, ya que éstos son ligeramente más largos y necesitan un contenedor adaptado a su tamaño. Es indispensable no llevar los cigarrillos electrónicos sueltos en el bolsillo, para evitar quemarnos si se pulsa el botón de encendido o se derrame el líquido para el atomizador de forma accidental.