El vapor producido por un cigarrillo electrónico no produce olores molestos de ninguna clase. Dependiendo el sabor utilizado, pueden existir leves olores a las diferentes fragancias, que en ningún caso son molestos o dañinos y se disipan rápidamente en el ambiente, sin dejar residuos dañinos, no contiene alquitrán, bencenos ni Monóxido de Carbono que son químicos cancerígenos que afectan nuestro organismo.
El cigarro convencional no tiene esta ventaja. Además produce un olor desagradable que se mantiene en los dedos, cabello y ropa. Los dientes se amarillecen con los años y cada vez que nos fumamos un cigarrillo queda un aliento desagradable. Cuando se fuma en espacios cerrados es muy difícil airear esa habitación con tal de eliminar cualquier rastro de olor en el lugar.
La mayoría de las personas comienzan a fumar en su adolescencia, antiguamente un fumador estaba bien visto, le hacía parecer una persona interesante, misteriosa y sofisticada. Los tiempos han cambiado y en la actualidad esta prohibido fumar en espacios públicos reduciendo así la cantidad de humo de segunda mano emitido en el medio ambiente y minimizando la exposición de los no fumadores a las toxinas cosa que con el cigarrillo electrónico no pasa.
Se plantea que el e-cigarrillo sería útil para quien desee dejar de fumar, ya que es posible regular la dosis de nicotina que se inhala. Con el cigarrillo electrónico se puede ir reduciendo la cantidad de nicotina hasta lograr una cesación total.