Como cualquier batería, del dispositivo que sea, la del cigarrillo electrónico necesita una serie de cuidados que debemos proporcionarle si deseamos alargar su vida. Son una serie de pautas muy sencillas y concretas.
Para empezar, como la de cualquier otro aparato electrónico, la batería del cigarrillo debe cargarse la primera vez que se usa durante algunas horas más de lo que después se hará. Esto llega a suponer hasta 8 horas conectada, en algunos casos. Las siguientes cargas han de seguir su ciclo normal.
Agotemos los ciclos de la batería
Una segunda cuestión en lo que se refiere a la carga es que, una vez llena la batería, y si deseamos que ésta nos dure más ciclos o no pierda tiempo de funcionamiento, debemos desconectarla cuanto antes. Es fácil saber cuándo una batería se encuentra a plena carga gracias a los LED indicadores.
Otro consejo importante: agotemos la carga antes de conectarla a la corriente. Del mismo modo que mantener la pila en el cargador una vez a plena potencia la daña, el conectarla antes de que se vacíe también le acorta la vida
¿Y si vamos a salir y prevemos que no tendremos suficiente batería hasta nuestro regreso? Pues por tal motivo existen las baterías de repuesto, que siempre es conveniente llevar encima por si nos quedamos sin carga y se presenta el ansia de «vapear».
Sentido común, en todos los sentidos
Por lo demás, en lo que respecta a los cuidados básicos de la batería del cigarro electrónico, no van mucho más allá de lo que el sentido común dicta: tratarla con cuidado, evitar pasarla de rosca al atornillarla al atomizador, protegerla de golpes, suciedad o malas condiciones y guardarla en lugares frescos y secos cuando no se esté usando.
Haciéndolo así, y utilizando con ella productos de un mínimo de calidad, la batería de nuestro e-cigarro nos durará muchos ciclos.