La Asociación Nacional del Cigarrillo electrónico, conocida como ANCE asegura en un informe donde sale reflejado los empleos ocupados en el ultimo mes de Marzo de este año, que el sector de los cigarrillos electrónicos ha generado 5.163 personas de manera directa y a 6.548 personas de forma indirecta. Todavía no existe el gran dilema de si son inocuos o no pero lo cierto que con la situación que está sufriendo el país esta cantidad de empleos no vienen nada mal.

Si analizamos la Comunidades Autónomas, Andalucía sería la región que actualmente cuenta con más número de empleados, en concreto 1015 y tiene un total de 580 establecimientos especializados en el producto. Seguido de Andalucía estaría Cataluña con 480 puntos de venta y 840 puestos de trabajo, en Madrid existen 390 tiendas y 683 empleados en el sector y la Comunidad Valenciana 350 establecimientos y 613 trabajadores.

En 2013 se empezaron a abrir muchísimas tiendas especializadas en la venta de cigarrillos electrónicos, pero debido a las noticias negativas que se difunden sobre el e-cigarrillo, la crisis económica y la falta de profesionalización de algunos establecimientos todos estos negocios recien abiertos han tenido que ir cerrando. Este hecho ha provocado que el empleo se reduzca un 2% según Manuel Muñoz, presidente de ANCE.

Para Muñoz, las condiciones regulatorias aprobadas por el Parlamento Europeo, que dotan al cigarrillo electrónico con un estatus propio distinto del tabaco y de los productos farmacéuticos, y por el Congreso de los Diputados son “el marco idóneo mínimo para que el sector siga creando empleo, incentivando la inversión en I+D+I y ayudando a la dinamización e impulso de la economía española”.

En este sentido, indica que “con la nueva regulación y, sobre todo el potencial y la experiencia de la industria, se está perfilando un sector coherente y ordenado, con una competitividad equilibrada, una alta calidad en el producto y una mayor protección, para los consumidores, los menores y la industria”.

El presidente de la ANCE afirma que están empezando a establecer unos acuerdos con el Gobierno para especificar el puesto que debe ocupar el cigarrillo electrónico en el terreno social y empresarial.

Asimismo, según señala la asociación, están “modulando una Guía de Autorregulación del sector”, un documento de trabajo para reforzar la legislación y adelantarse así dos años a los requisitos que marca la Eurocámara.