Todos sabemos lo malo que es fumar para nuestra salud, incluso algunos ya sabemos que el tabaco es el principal factor de riesgo en muertes prematuras, lo que quiere decir que el tabaco es uno de los grandes vicios mortíferos de la sociedad.
Aún así, a pesar de estar concienciados, siempre es difícil dejar de fumar por todos los efectos secundarios que esto conlleva. Sin embargo, hace unos años que salió al mercado una de las mejores opciones disponibles para ayudar a los fumadores a dejar el hábito de fumar, los cigarrillos electrónicos.
¿Qué demuestran los estudios sobre los cigarros electrónicos?
Muchos estudios científicos demuestran que vapear es mucho menos dañino que fumar, teniendo en cuenta que solamente por sus componentes el cigarrillo electrónico es muchísimo menos nocivo, por lo que este producto se ha avalado muchas veces cómo de gran utilidad para dejar el consumo de cigarros tradicionales.
Un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown (EEUU) demostró que el cambio de cigarros tradicionales a cigarros electrónicos tiene una gran beneficio real para la salud. A resumidas cuentas, si esto se llevara a cabo a gran escala, se podrían reducir hasta 6,6 la cifra de muertes prematuras, por lo que el número de años de vida ganados sería hasta de 86,7 millones.
En conclusión, no solo este estudio demuestra la poca nocividad de los cigarrillos electrónicos y la gran ayuda que supondrían estos para la salud pública, sino que la mayoría de los estudios actuales han demostrado que el vapeo es la herramienta más eficaz contra el tabaquismo. Por lo que si el uso del cigarro electrónico se combinara con las políticas estatales de cada país contra el tabaquismo, se podría reducir drásticamente los daños que causa el tabaco.
¿Se están teniendo en cuenta los estudios sobre e-cigs?
No ha sido hasta hace poco dónde la medicina ha empezado a apoyar los estudios que demuestran la efectividad de los e-cigs. Por ejemplo, una de las últimas acciones ha sido por parte de la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) en el sentido de iniciar un plan integral para luchar contra el tabaquismo, el cual contempla el uso del cigarrillo electrónico para llevarlo a cabo.
Cómo hemos dicho anteriormente, este plan pretende disminuir las muertes prematuras, por lo que decide atacar intentando reducir los niveles de nicotina en las personas “visualizando un mundo en el que los cigarrillos ya no creen adicción y en el que los adultos que aún necesitan o quieren nicotina puedan obtenerla a partir de fuentes alternativas y menos perjudiciales”.
En esta misma línea, el Departamento de Salud del Reino Unido presentó un plan de control del tabaco en el que recomendaba utilizar el cigarrillo electrónico y alentaba a las empresas a que dieran derecho a sus trabajadores a vapear en las oficinas para disminuir el uso del cigarro tradicional, ya que consideraron el cigarrillo electrónico cómo la herramienta antitabaco.