Las mujeres embarazadas fumadoras ponen su salud y la de sus bebés en peligro. Varias estadísticas demuestran que hay una relación directa con el aborto espontáneo, bebés con bajo peso, partos prematuros y muerte súbita del bebé cuando se fuma durante el embarazo.
Tomar conciencia
Probablemente si muchas mujeres embarazadas no hubiesen tocado el cigarro convencional durante el período de embarazo, al menos el 5% de las muertes infantiles hubieran podido prevenirse. Varias mujeres tienen noción sobre esos peligros y por tanto, la gran mayoría de ellas tratan de dejar este mal hábito cuando se enteran de que están embarazadas.
Cuando una embarazada fuma, no solamente el daño lo hace en ella, sino que también lo hace sobre su bebé. El monóxido de carbono, la nicotina y otro tipo de sustancias químicas que se encuentran en el humo, hacen que ingresen en la sangre y en el cuerpo del niño, impidiendo que el mismo obtenga el oxígeno y los nutrientes necesarios para su crecimiento.
¿Cuál es la mejor manera de alimentar al bebé?
La mejor manera de alimentar al bebé recién nacido es la lactancia. No obstante, si la madre es fumadora, el niño queda totalmente expuesto a las sustancias del humo y a la nicotina mediante la leche. Algunos de los síntomas que la nicotina puede causarle al bebé son intranquilidad, vómitos, palpitaciones, diarrea, etcétera.
Algunos estudios han informado que hijos de madres fumadoras durante el embarazo, pueden tener diversos problemas de aprendizaje en la etapa escolar. Además, estos mismos pueden tener una contextura física menor que aquellos niños con madres no fumadoras. Por otro lado, los hijos de madres fumadoras tienen muchas más probabilidades de fumar cuando sean grandes.
Si has dejado de fumar, trata de no comenzar de nuevo luego de que tu bebé haya nacido. Cuando tengas tentación por los cigarros, busca ayuda.