La popularidad de los Cigarrillos electrónicos en EEUU

El “vaporear” se ha vuelto asombrosamente popular. En apenas unos ocho años, la cantidad de entusiastas de esta práctica en el mundo ha aumentado de unos pocos miles a millones. La tendencia, al parecer inventada por un farmacéutico chino, tiene ahora sus propias páginas en YouTube, sus asociaciones profesionales, sus asesores políticos, foros online y encuentros periódicos.

La Administración de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos piensa regular los cigarrillos electrónicos pero aún no ha emitido una normativa al respecto. Vapear sin duda alguna e mucho más sano que fumar y no perjudica a los que están a su alrededor.

El vapor se parece al humo del cigarrillo y se siente como humo de cigarrillo al momento de inhalarlo, dependiendo de la intensidad, que puede ir de cero nicotina a 24 miligramos en este caso. En España la nicotina máxima que se puede encontrar llega a los 20ml.

En el 2006, las ventas de estos vaporizadores se realizaban principalmente por internet, o en pequeños quioscos en centros comerciales. Hoy en día hay más de 250 marcas, incluso podemos adquirir uno hecho de oro y diamantes que cuesta unos 900.000 dolares.

Algunas municipalidades y gobiernos estatales ya han emprendido medidas con el objetivo de prohibir estos artefactos al igual que hacen con los cigarrillos de tabaco, y en algunos estados ya está prohibida la venta a menores de edad. Hay quienes temen que estos nuevos cigarrillos podrían seducir a los jóvenes y volverlos adictos. El tener una amplia gama de sobres que poder vaporear, hace que su sabor sea agradable y llamativo, pero para el fumador que ya está habituado a expandir humo, las personas no fumadoras no encuentran atractivo este producto.

Muchos son los famosos que se han paseado con los cigarrillos electrónicos orgullosos de mostrar al público que han dejado de fumar, el ultimo evento donde más lo pudimos ver fue en los Globos de Oro. Leonardo Dicaprio apareció fumando durante toda la gala y más tarde declaró: ” lo utilizo para aliviar un poco el estrés de la vida”.

Los defensores de los nuevos cigarrillos sostienen que no sólo son sanos sino que ayudan a la gente a dejar de fumar, y que es cuestión de tiempo que todo el mundo lo acabe sustituyendo.