En el año 2000, un chino farmacéutico denominado Hon Lik, lanzó una generación de cigarros electrónicos, los cuales pretendían ser una alternativa a los tradicionales. Estos cigarros electrónicos han crecido en ventas en estos últimos años y en cualquier ciudad en donde se pasee, se pueden visualizar grandes tiendas de estos dispositivos.

¿Son inocuos?

El funcionamiento de los mismos es realmente sencillo, dado que solamente cuenta con una boquilla en la cual un cartucho recargable se sitúa en ella dentro de líquido. Este mismo contiene glicerina vegetal con distintas concentraciones de nicotina y diversos aromas y sabores que pueden ser opcionales.

Cualquier persona que tenga fumado al menos una vez cigarros electrónicos, sabrá que al inhalar el aire es detectado por un sensor que activa un nebulizador y se encarga de inyectar gotas del líquido en el aire que se toma. Además, una luz de LED se enciende y simula ser un cigarro convencional.

Ventajas

Cabe destacar que los dispositivos no dañan a la salud del vapeador ni la de las personas que se encuentren alrededor del mismo. Según las compañías de cigarros electrónicos, han de asegurar que estos mismos actúan como los parches para dejar de fumar pero que estos son más efectivos.

La OMS “Organización mundial de la Salud” asegura que hay que tener cautela con estos dispositivos porque aún no hay estudios científicos que digan que son inofensivos. No obstante, tiene en cuenta que son mucho menos peligrosos que los cigarros tradicionales, los cuales se elaboran con 4000 sustancias nocivas para la salud y muchas de ellas son cancerígenas.

Si bien lo más aconsejable es dejar de fumar de manera completa, se sabe que no es fácil y que por tanto, los cigarrillos electrónicos pueden ser de mucha ayuda para aquellos ex fumadores que no desean olvidarse del hábito de tener algo en la mano, llevarlo hacia la boca, y ejercer el mismo paso que hacían con los cigarros convencionales.