Los fumadores cuadriplican las probabilidades de padecer “ENI” (enfermedad neumocócica invasiva), una de las más graves infecciones causadas por la bacteria del neumococo y que además, cuenta con un índice de muertes del 29.1% en personas de más de 65 años. Este dado es uno de los más importantes subrayados por profesionales que participaron en el Congreso NeumoMadrid.

Descubrimientos peligrosos

Existe una relación importante entre el tabaquismo y la ENI, dado que muchas de las 4.500 sustancias tóxicas que se han identificado en el humo del tabaco, alteran todos los mecanismos de defensa pulmonares y facilitan que las infecciones respiratorias bacterianas, se produzcan con muchísima más frecuencia en las personas fumadoras. Además, existen otros factores de riesgo como la “EPOC” (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), fibrosis quística, asma y bronquiectasias.

Cabe destacar que el 60% de los niños que se encuentran en edad preescolar, tienen la nasofaringe colonizada por este tipo de germen, y en menos de edad preescolar el porcentaje es de un 40%. Por otro lado, el 30% se da en jóvenes y un 6% en adultos que no han de convivir con niños.

Porcentajes que asustan

La mortalidad que esta enfermedad causa en personas que no tienen patologías es alarmarte, puesto que entre los 16 y 64 años llega a un 5.4%, mientras que en mayores de 65 años, llega a un 29.1%. Cuando las personas ya tienen riesgos previos, las cifras entre 16 y 64 años, pueden llegar a un 18.2%, mientras que en mayores de 65 años, pueden llegar al 33.3%.

El doctor Federico Martinón y coordinador de la Unidad de Investigación en Vacunas del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago en España, destacó que el hecho de entrar por neumonía, hace que el paciente tenga un 40% más de probabilidad de que el enfermo fallezca. De todas maneras, existe una vacuna antineumocócica que se aplica en niños y adultos, la cual disminuye notablemente la incidencia de ENI.

Por tanto, si deseas dejar de fumar, no hay nada mejor que hacerlo mediante el vapeo, dado que los cigarrillos electrónicos no poseen sustancias dañinas, ni son molestos para aquellos que estén en el mismo ambiente que un vapeador.